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sábado, 8 de septiembre de 2018

Reseña: LILY Y EL PULPO, de Steven Rowley.


Título: Lily y el pulpo
Autor: Steven Rowley
Traducción: Daniel Najmías
Publica: Editorial Anagrama
Páginas: 352
Precio: 19,90 € / 9,99 € (ebook)

Necesitamos amar y ser amados. Unas veces encontramos el amor en otras personas y otras, en seres de otras especies, como los hamsters, las iguanas, las tortugas, los canarios, los gatos o los perros. El problema es que nuestros amigos con plumas, escamas, caparazón o pelo suelen vivir mucho menos que nosotros, lo que nos obliga a despedirnos de ellos siempre demasiado pronto. Superar su pérdida puede llegar a ser un duro proceso. Uno para el que hemos de intentar, a veces, echarle imaginación para conseguirlo, pienso tras la lectura de Lily y el pulpo, la excelente primera novela de Steven Rowley. Si quieres saber un poco más sobre esta historia antes de decidirte por ella, no tienes más que seguir leyendo este artículo.
Tras separarse de Jeffrey, Ted decide centrarse en su trabajo como escritor autónomo y en su vida con Lily, su perra salchicha. Nuestro escritor está a punto de hacer caso a su psicóloga (una mujer que no le cae bien pues jamás le dice lo que él cree necesitar) y decidirse por fin por alguno de los chicos que conoce en sus esporádicas citas, cuando encuentra un pulpo en la cabeza de Lily. Lily tiene ya doce años y medio y ha sufrido en el pasado algunos percances de importancia, pero Ted no está preparado para lo que el pulpo les traerá en los próximos meses. Incapaz de tomar una decisión médica con respecto al problema, pues todas las soluciones que el veterinario le ofrece implican ciertos riesgos, Ted decide enfrentarse al pulpo, un ser que habla y hace estragos en las vidas del escritor y su perrita.
Ted, el imaginativo protagonista y narrador de esta historia es, además de un escritor inteligente, un tipo divertido, irónico, sensible e inseguro que, tras un desengaño amoroso, no consigue darle la oportunidad a un nuevo amor, cosa que no le importa en exceso (o, al menos, eso cree él) porque aún tiene a Lily. Lily, su perra salchicha, llegó a Ted en un mal momento de su vida, convirtiéndola en algo mucho mejor. Desde que la relación de Ted y Jeffrey terminara, además, Lily se ha convertido no solo en su mejor amiga, sino en el centro de su universo. Un universo que, con la llegada del pulpo, empieza a desmoronarse.
Como todos, o casi todos, los que tenemos un perro, un gato o cualquier tipo de amigo de otra especie en casa, Ted imagina lo que Lily le podría estar diciendo en cada momento. Este ejercicio, normalmente bastante inofensivo, se convierte en algo más arriesgado para la salud mental de nuestro protagonista cuando el pulpo, que no es otra cosa que un cáncer que Ted no es capaz de afrontar, aparece en la vida de ambos. A partir de entonces, la fantasía de Ted se desbordará hasta embarcarle en una delirante aventura. La cuestión es: ¿qué pretende Ted con todo esto? ¿Salvar a Lily o salvarse a sí mismo?
Lily y el pulpo se nos presenta como una falsa novela autobiográfica o de autoficción, que nos habla no solo de la época en la que apareció el cáncer de Lily, sino también de los momentos más relevantes en la vida anterior de su protagonista, Ted, para que lleguemos a conocer en profundidad de dónde vienen todos los problemas de inseguridad de nuestro escritor. Podemos intuir, si llegamos a leer la parte de agradecimientos del libro, que su autor se ha basado en experiencias propias (al menos, parece que existió una Lily) a la hora de escribir esta historia cargada de dolor y padecimiento, pero también de amor, ternura y grandes dosis de esperanza.
No suelo leer novelas sobre perros que, tal y como se puede leer por la portada y la sinopsis, acaban muriendo. Generalmente estas historias me hacen pensar en tramas paternalistas o que buscan la lagrima fácil del lector. Sin embargo, tras leer la sinopsis oficial de Lily y el pulpo, sentí la necesidad de hacerme con el libro y conocer esta historia que prometía hablarnos de la vida de un hombre divertido pero solitario y del amor que sentía por una perra por la que, al final, poco podía hacer por salvar. He de decir, llegado a este punto, que esta novela lejos de defraudarme, me ha dado todo eso que esperaba de ella, además de una trama con tintes fantásticos difícil de olvidar.
Lily y el pulpo, esta maravillosa aventura tan real como surreal, en definitiva, es una historia que nos habla de lo que significa saber que tu tiempo con tu perro se acaba y has de encontrar la manera no solo de hacer que ese tiempo sea mejor, sino de sobreponerte al trauma de la perdida después y seguir con tu vida. Una novela sobre el dolor y la pérdida, pero también sobre la capacidad de sobreponerse al trauma y de continuar. Una obra inteligente, imaginativa y llena de ternura que, como un perrito en un refugio, está esperando a que te decidas por ella.
Cristina Monteoliva

© Cristina Monteoliva.