Título: Pound
Autor: Javier Ibarrola
Publica: Menoscuarto
Páginas: 269
Precio: 19 €
Hoy en día, gracias a los teléfonos
inteligentes, las tabletas, etc, todos hacemos fotografías continuamente y
hasta nos sentimos buenos fotógrafos. Sin embargo, para ser un buen fotógrafo,
todo un profesional, hace falta algo más que tener un móvil caro. El buen fotógrafo
es aquel que conoce todos los elementos y sabe cómo han de combinarse para
obtener una fotografía que llegue al alma del que la mire. Una fotografía que
capte la esencia de las escenas, las cosas y los personajes. Una como la que
pretende hacer Pedro Zúñiga, uno de los protagonistas de Pound, la novela de Javier Ibarrola de la que hoy os voy a hablar.
Pedro Zúñiga viaja al
lago de Como con un objetivo: retratar a Joseph Pound, el célebre escritor
alemán que desde 1961 viviera en Estados Unidos y se trasladaría a una
residencia cercana al famoso lago italiano tras superar un cáncer que le dejó
ciertas secuelas. Zúñiga, que ha sabido de Pound por su sobrina, Raquel, una ex
novia con la que se ha reencontrado en Italia y de la que sigue enamorado a
pesar del tiempo y los drásticos cambios en la vida de ella, no es un fotógrafo
cualquiera. Experto en arquitectura gracias a sus inacabados estudios
universitarios y amante de la belleza en todas sus formas, el español pretende
captar toda la esencia del anciano escritor a través de la lente de su cámara,
por lo que antes de fotografiarle deberá pasar cierto tiempo con él hablando de
su pasado como escritor y como superviviente del holocausto. Lo que el
fotógrafo obtiene de las entrevistas con Pound será mucho más de lo que
esperaba, más que suficiente como para hacer todo un reportaje fotográfico
vital.
La fotografía es un
arte que requiere de paciencia, tiempo, estudio y observación, como bien sabe
Pedro Zúñiga, ese fotógrafo que se traslada a Roma buscando inspiración. Atrás
quedan sus años como estudiante de arquitectura en Madrid, su noviazgo con la
díscola Raquel y sus ganas de comerse el mundo. Un encuentro casual con una
Raquel distinta a la que él conocía le pondrá tras la pista de un interesante
escritor, Joseph Pound, tío de su antiguo amor, y del que podría ser uno de los
trabajos fotográficos de su vida.
Por su parte, Joseph
Pound es un anciano escritor que jamás ganó el premio Nobel, aunque cree
merecerlo. Tras curarse de un cáncer, las secuelas le obligaron a retirarse a
una residencia cercana al lago de Como, en Italia. Aunque al principio parece
recelar de las intenciones de Zúñiga, pronto comienza a contarle su vida. Una
vida que comienza en un Berlín sitiado por las bombas, en el que los judíos que
consiguieron que los nazis no se los llevaran a los campos de concentración han
de sobrevivir sea como sea, y que continúa con un aspirante a escritor que
intenta mimetizarse con la vibrante ciudad de Nueva York. Pronto, tanto el
fotógrafo como el escritor se darán cuenta de que el de Pound es un intento de
espiar sus pecados. Unos pecados tan insospechados que llevan toda la vida
ocultos.
Pound,
esta novela de escritores y fotógrafos perdidos en el mundo, esta historia de
amores imposibles, anhelos y arrepentimientos, es una obra poliédrica en muchos
sentidos. Por una parte, la historia nos hace viajar tanto a la Roma como al
Como de la actualidad, al Nueva York de los años 60 y al Berlín de la Segunda
Guerra Mundial. Por otra, su autor se sirve de distintos tipos de narradores para
hacernos captar toda la esencia de los personajes, sus sentimientos y sus
vivencias. Finalmente, puesto que tanto el autor como el protagonista tienen
amplios conocimientos de arquitectura, la narración nos ofrece magníficas
descripciones de los lugares que Zúñiga va visitando, ofreciéndonos así la
nitidez de la fotografía mental que el lector puede hacerse en su mente.
Pound,
en definitiva, es una novela que nos hace recorrer junto a sus personajes
distintos lugares y épocas para vivir sentimientos intensos y desasosiegos no
menos profundos. Una historia sobre la supervivencia, los pecados, el amor
perdido, la búsqueda del éxito y sobre todo, la necesidad de captar la auténtica
belleza por parte de sus personajes. Un volumen para leer con calma y reflexión
que está esperando que lo descubras. ¿Te atreves a adentrarte en los mundos de
Pedro Zúñiga y Joseph Pound?
Cristina Monteoliva
©
Cristina Monteoliva.