Título: Si el Führer lo
supiera
Autor: Otto Basil
Traducción: José Aníbal Campos
Publica: Sexto Piso Editorial
Páginas: 480
Precio: 24,90 €
¿Os imagináis que Alemania hubiera
ganado la Segunda Guerra Mundial? ¿Cómo habría quedado el mundo dividido tras
el fin de la contienda? ¿Y hasta cuándo habría durado la dictadura de Hitler?
¿Cómo sería vivir bajo su mandato? Para saber algunas posibles respuestas a
estas y otras muchas preguntas, os recomiendo que leáis Si el Führer lo supiera, de Otto Basil. Pero si queréis saber un
poco más sobre el contenido de este libro, no tenéis más que seguir leyendo
esta reseña.
Albin Totila Höllriegl
es un giromante, radioestesista, rabdomante y experto en otras pseudociencias
de carácter un tanto esotérico, con un buen número de clientes, muchos de
ellos, muy bien situados en el régimen hitleriano. Tras sufrir un percance en
la casa de su idolatrada Ulla Von Eycke, una poderosa mujer de la nobleza que
ha recurrido anteriormente a sus servicios y de la que Höllriegl está
enamorado, nuestro protagonista se encuentra con una importante misión que le
hará viajar por Alemania durante la práctica totalidad de la novela para
encontrarse con un impostor en su lecho de muerte, primero, y con un filósofo
que pretende demostrar la existencia de Dios, más tarde, además de un buen
número de personajes curiosos. Mientras Höllriegl se centra en sus nuevos
clientes y en seducir a toda mujer que se le ponga por delante, aunque siempre
siga obsesionado con Ulla, Hitler muere y se desatan dos nuevas guerras: una
externa y otra interna. Aunque nuestro giromante no quiera verlo, pronto tendrá
que reconocer que las cosas se han puesto realmente mal para todo el mundo.
¿Conseguirá ver a su querída Ulla antes de que lo peor ocurra?
Todo comienza un 9 de
noviembre, un día del año que siempre ha sido significativo para Alemania por
ocurrir en tal día de distintos años algunos de los acontecimientos más
importantes de su historia reciente. Estamos a mediados de la década de los 60
del siglo pasado y Hitler es ya un anciano. Lo que no es de esperar, al menos
para nuestro protagonista, el ingenuo giromante de día y terrible sátiro de
noche, es que su muerte esté tan próxima y, con ella, llegue el desmoronamiento
de un imperio que abarca buena parte del planeta.
Pronto las bombas
atómicas empiezan a caer en Alemania y las guerras, tanto la externa con Japón
y sus aliados, como la interna, se recrudecen. Mientras esto sucede, Höllriegl
recorre el país para completar su extraña misión y, de paso, nos muestra cómo
es esa Alemania en la que él se encuentra tan feliz: un imperio clasista en el
que ya no quedan judíos pero sí muchos esclavos, las granjas de cría de niños
arios son una realidad y unos pocos tienen el poder. No es de extrañar que una
vez muerto Hitler, o incluso antes, la gente se rebele. Aunque, ¿cómo podría
verlo tan claro Höllriegl, que tanto cree en el sistema?
Si
el Führer lo supiera es una ucronía muy completa pues en
ella nos encontramos páginas y páginas que nos hablan de todo lo acontecido,
supuestamente, tras la Segunda Guerra Mundial, el cómo están las cosas en el
mundo en el momento de la narración y el avance de las nuevas guerras, con sus
terribles consecuencias. Podría decirse que su autor lo tenía pensado todo al
milímetro, de tal manera que a veces da la sensación de estar ante un ensayo
histórico y no ante una obra de ficción. Pero entonces acaban las explicaciones
y reaparece en escena nuestro protagonista y nos damos cuenta de que,
efectivamente, todo es obra de la brillante mente de Otto Basil.
Si
el Führer lo supiera, en definitiva, es una obra que nos
habla no solo de la vida de un tipo de dudosa moralidad y trato deleznable
hacia las mujeres que cree fervientemente en las pseudociencias que practica,
sino también una completa ucronía que nos habla, con pesimismo, de lo que
podría haber ocurrido si Alemania hubiera ganado la Segunda Guerra Mundial. Una
novela tan trágica como divertida que ofrece al lector muchos puntos
interesantes sobre los que pensar. Una historia que mira al pasado para
advertirnos sobre el futuro. Dicho esto, ¿todavía piensas perderte esta
lectura?
Cristina Monteoliva