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lunes, 18 de diciembre de 2017

Reseña: HIJAS DE UN SUEÑO, de Gerardo Rodríguez Salas.

Título: Hijas de un sueño
Autor: Gerardo Rodríguez Salas
Publica: Esdrújula Ediciones
Páginas: 155
Precio: 14 €

Vivir tan bien como lo hacemos es algo bastante reciente para la mayoría de españoles. Nuestros abuelos, incluso puede que nuestros padres, no lo tuvieron tan fácil como las nuevas generaciones. Menos aún si vivían en pueblos pequeños, donde la apertura de mente para muchos tampoco acaba de llegar. Pueblos en los que, a pesar de todo, siempre había momentos de alegría, de esperanzas y sueños. Un pueblo como Candiles, el verdadero protagonista de Hijas de un sueño, el libro de Gerardo Rodríguez Salas del que a continuación os hablo.
Candiles es un pequeño pueblo imaginario que podría situarse en el interior de la provincia de Granada. Aunque en la actualidad sus habitantes disponen de las mismas comodidades que disfrutan el resto de los españoles, aún quedan en las mentes de los más mayores los terribles ecos del pasado. La pobreza, la Guerra Civil y la postguerra marcarían para siempre a muchos de sus habitantes, casi todas mujeres que tuvieron que buscar la manera de salir adelante en un mundo tan hostil. De sus vivencias, leyendas y sentimientos está lleno Hijas de un sueño.
Hijas de un sueño es un libro compuesto por un total de diez relatos o capítulos de una novela fragmentaria en la que abundan los narradores, los puntos de vista, los estilos narrativos y, sobre todo, los términos puramente granadinos que nos hacen conocer el mundo rural de la provincia en toda su esencia.
Una anciana agoniza en su casa en compañía de sus tres hijas. Así comienza Hijas de un sueño, el relato que da título a este libro. La anciana tuvo una vida rica que las hijas rememoran mientras también recuerdan las suyas. Fueron vidas difíciles, pero al final las cuatro consiguieron algunos de sus sueños. Todavía quedan otros, aunque la matriarca las deje. También los de muchas otras soñadoras en este pueblo en el que aún se sienten las penurias de la guerra y la época posterior. Soñadoras como aquella a la que todos toman por loca pero que se siente una niña feliz. O como la nieta de la anciana a punto de fallecer, cuando descubre que una de las leyendas del pueblo era cierta. O la niña procedente de un país lejano que recuerda su pasado en el orfanato antes de que la adoptaran. O como la anciana a la que jamás le faltará el aceite y el jabón en casa. O aquella que, a pesar de estar perdiendo todos sus sentidos, aún recuerda al curandero que la salvó. O como las doce mariposas que rompieron las cadenas que las ataban a unos hombres injustos y volaron por su cuenta.
¿Y hay también hombres soñadores en este libro? Sí, por supuesto. Un ejemplo de ello es el cura del pueblo, un hombre al que no todo el mundo es capaz de comprender por su mentalidad anticuada y sus reservas.
Pero no todos los relatos o capítulos de este libro nos hablan de soñadores al uso, por así decirlo. Algunos, como No duerme nadie, que nos transporta a un Nueva York lorquiano y a la vez actual, y Espejismos, en el que un padre ha de proteger a su hija de un terrible desengaño, no solo predominan la prosa poética, sino también la nostalgia, la tristeza y la tragedia. Por otra parte, A la vuelta de los sueños, con su juego de reencarnaciones y mundos oníricos no solo nos transmite la desazón de su narrador, sino también la angustia de no saber si lo que vivimos es o no real. ¿Será que todo esto no es más que un sueño?
Hijas de un sueño nos habla de las dificultades de la mujer en el mundo rural a lo largo del siglo XX y parte del XXI. Es, por tanto, una novela feminista que pone de manifiesto que, aunque llevamos mucho recorrido, todavía hay mucho por hacer, sobre todo en los pueblos, donde a veces llegan los aparatos modernos pero no tan fácilmente las aperturas de miras. De la necesidad aún hoy en día de mentes abiertas, precisamente, nos habla Babel, un texto breve con vocación de novela, como muchos otros de este libro, que nos habla de la diversidad sexual y de la lucha de las personas del colectivo LGTBI por ser aceptadas, respetadas y queridas en todos los ámbitos de nuestra sociedad.
Hijas de un sueño, por tanto, es una obra diversa que nos habla de mujeres valerosas, de sueños, de leyendas, de luchas pasadas y presentes, de injusticias, de bonitos recuerdos y de un sinfín de temas interesantes que darán mucho que pensar a los lectores que decidáis adentraros en el imaginario pueblo de Candiles, un lugar tan entrañable como cruel, a veces, pero que, sobre todo, merece la pena, y mucho ser conocido. Hacedlo ahora y no os arrepentiréis. ¿Os atrevéis a comprobarlo?
Cristina Monteoliva