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jueves, 20 de julio de 2017

Reseña: GILDA EN LOS ANDES, de Fernando Marañón.

Título: Gilda en los Andes
Autor: Fernando Marañón
Publica: Berenice
Páginas: 413
Precio: 19 €

¿Eres un cinéfilo empedernido que visualiza con nostalgia los grandes clásicos de la gran pantalla en blanco y negro o tecnicolor? ¿Te gustaría vivir una aventura como aquellas que se vivían en el cine de antes, con intrigas, viajes, paisajes y giros inesperados? ¿Y si además pudieras hacerlo sin moverte de casa, la playa o el autobús que te lleva a tu próximo destino turístico? Dejémonos de preguntas: si has respondido con entusiasmo a las anteriores, tu libro puede que sea Gilda en los Andes, la novela de Fernando Marañón de la que os hablaré a continuación.
Antón Requena no soporta ver el cierre de la Filmoteca de Cádiz, institución que dirige desde hace años. Por eso, antes de que sus amigos y compañeros sepan la triste noticia, pone rumbo a Noruega con el fin de sorprender con una última película guardada en el festival cinematográfico que se celebra en TromsØ. Contemporáneamente, un famoso director danés fracasado se dirige, por órdenes del servicio secreto de su país, hacia Roma, con el fin de hacerse con un importante lote de objetos pertenecientes al rey Alfonso XIII en una subasta. El destino de ambos, cinéfilo y director, se cruzará por culpa de una película que muchos codician. Pero, ¿por qué la buscan? ¿Qué misterios ocultan sus fotogramas? ¿Serán acaso ambos hombres capaces de revelar el misterio y salir indemnes al final?
Antón Requena, uno de los protagonistas de Gilda en los Andes, es un cinéfilo empedernido desde la infancia, cuando su padre le introdujo en el mundo del cine y su tío, un actor secundario de reputada fama, comenzó a regalarle películas. La Filmoteca de Cádiz ha sido desde hace años una parte muy importante de su vida, y su cierre se le hace tan insoportable, que no es capaz ni de dar la noticia a sus compañeros de trabajo y amigos. Desesperado y con un plan final, Requena pone rumbo a Noruega, el país de su madre. Allí no solo se encontrará con otros fanáticos del buen cine, sino también con una hermosa mujer y un gran misterio por resolver.
Por su parte, el director de cine danés, del que no sabemos su nombre, es un hombre también derrotado. En su caso, su carrera se ha venido abajo tras unas cuantas malas películas, y ya solo le queda el que todo el mundo que se lo encuentre por la calle le compare con Lars von Trier, el otro director danés famoso. El director no tiene ninguna gana de viajar por toda Europa mientras su mujer rueda, sin su consentimiento, la última y provocativa película de von Trier. Pero el servicio secreto danés es demasiado persuasivo y a él no le queda más remedio que llegar hasta Roma, en busca de las pertenencias de Alfonso XIII, para pronto darse cuenta de que los espías pagados por su gobierno le han metido en un embrollo del que le será muy difícil salir.
Gilda en los Andes es una novela hecha desde el amor al cine de su autor, Fernando Marañón. Las referencias a anécdotas de todo tipo, películas, actores y directores son continuas, de forma que a veces olvidas que estás leyendo una obra de ficción y crees encontrarte ante un concienzudo (aunque distendido) ensayo. Por otra parte, el ritmo de la narración y los lugares que sus personajes recorren (los bares de todo tipo, Roma, Madrid, Cádiz, distintas localidades de Noruega, etc) resultan tremendamente cinematográficos. Por si fuera poco, sus protagonistas, dos heroicos perdedores, recuerdan bastante a aquellos galanes de las películas clásicas en blanco y negro, o de las primeras cintas a color. ¿Se atreverá algún director a adaptar esta novela a la pequeña o a la gran pantalla?, me pregunto tras la lectura.
Gilda en los Andes, en definitiva, es una novela con la que aprender de las películas de Buñuel, Rossellini, Sara Montiel, Orson Welles, Ava Gardner y muchos más actores y directores famosos, y con la que vivir una aventura llena de peligros, acción, misterios y giros inesperados al ritmo frenético de las obras clásicas del cine internacional. Si eres un nostálgico del cine, si visualizas con melancolía las películas de antaño, tal vez este sea tu libro. ¿A qué esperas para comprobarlo?
Cristina Monteoliva