Título: La invasión de las
bolas peludas
Autor: Luke Rhinehart
Traducción: María Luz García de la
Hoz
Publica: Malpaso
Páginas: 464
Precio: 22 € / 8,99 € (ebook)
¿Por qué la mayoría de las veces
pensamos en los extraterrestres como seres que, si llegaran a La Tierra,
querrían conquistarnos a toda costa? Porque es lo que el ser humano haría si
pudiera alcanzar otro planeta habitado, por supuesto. Pero, ¿y si nos equivocáramos
de pleno? ¿Y si los extraterrestres vinieran a enseñarnos algo verdaderamente
importante? ¿Y qué podría ser eso? Para saberlo no tienes más que leer La invasión de las bolas peludas, de
Luke Rhinehart. Mientras tanto, yo te voy adelantando algo en esta reseña.
Billy Morton es un
viejo pescador casado con Carlita, una joven abogada, y padre de dos niños,
Lucas, de doce años, y Jimmy, de ocho. Un buen día, Billy sale a pescar con sus
empleados en su barco y vuelve a casa con algo que ha salido del mar pero que
definitivamente no parece un pez. El extraño ser, una bola peluda saltarina a
la que todos llamarán Louie de ahí en adelante, pronto se integra en la
familia. No conforme con llevar una vida doméstica familiar, sin embargo, la curiosa
bola comienza a usar los ordenadores de la casa con fines que al gobierno de
los Estados Unidos no le hacen mucha gracia. Cuando Louie consigue hablar, le
explica a Billy que es un alienígena procedente, al igual que las otras bolas
peludas que ya están en La Tierra, de un planeta en donde lo único que importa
es jugar a todas horas, y que todo lo que están haciendo con las cuentas
bancarias, las armas nucleares, etc, no tiene nada que ver con lo que piensan
las autoridades. ¿Será cierto? ¿Les ayudará Billy con sus planes? ¿Es posible
que toda esta historia acabe bien?
Billy Morton, uno de
los narradores principales de esta historia, aunque no el único, es un tipo
tranquilo con una vida bastante corriente, lo que no quiere decir que siempre
haya sido así. En su juventud estuvo en la guerra, fue hippy y pisó varias
comisarías. Probó drogas y todo tipo de relaciones antes de sentar la cabeza.
El amor de su vida llegó un poco tarde, cosa que no le importa: Billy es
igualmente feliz a su vejez siendo esposo y padre de familia. Pero, ¿qué pasa
cuando llega Louie a su vida? Pues que todo se descontrola. Como en su
juventud, Billy vuelve a hacer locuras. Y no solo él: ¡también todos los suyos!
La bola (la trama, no el alienígena) se va haciendo cada vez más grande, hasta
llegar a un final totalmente inesperado y sorprendente que dejará con la boca
abierta a más de uno.
Decía antes que Billy
está muy presente como protagonista y narrador, pero que hay más narradores y
tipos de narraciones distintas. Así, la crónica que Billy hace de su
disparatado encuentro con el mundo extraterrestre no solo se ve interrumpido
por el informe de Luke, sino también por extractos de la denominada historia
oficial y extractos de prensa de lo más variados. La obra, en conjunto, nos da
una visión muy ácida, terriblemente sarcástica (tan triste como divertida), de
los Estados Unidos de América y del planeta en general. Nos habla, en
definitiva, de cómo es Estados Unidos, por qué las políticas que aplican son
las que son, quiénes son los que verdaderamente tienen el control de la
sociedad, etc, y de cómo van las cosas en el resto del planeta.
¿Y quién es Louie? ¿Qué
es lo que pretenden sus saltarines amigos y él mismo? Para descubrirlo, tendrás
que leer este libro. Lo único que yo os puedo adelantaros, sin arruinaros la
lectura, es que las bolas peludas son unos seres originales y sorprendentes con
los que muchos vais a conectar, ¡aunque al final todo lo conviertan en una gran
bola!
La
invasión de las bolas peludas, en conclusión, es una
obra llena de acción, aventuras disparatadas, humor sarcástico y, sobre todo,
una fabulosa crítica a la sociedad actual, especialmente a la americana. Este es
un libro con el que divertirse, por tanto, pero también con el que reflexionar
sobre cómo funciona nuestro mundo, quiénes son realmente los que mueven los
hilos y si los ciudadanos de a pie podríamos hacer algo para cambiar las cosas.
¡Una historia única que no deberías perderte, amigo lector!
Cristina Monteoliva