Título: La guerra de los
mundos
Autor: H.G. Wells
Ilustraciones: Henrique Alvim Corrêa
Traducción: Ramiro de Maeztu
Publica: Libros del Zorro Rojo
Páginas: 208
Precio: 19,90 €
El hombre lleva mucho tiempo deseando
conquistar Marte. Ahora sabemos, más o menos, cómo es el planeta rojo, lo que
podemos encontrar en él y lo que no. Hace un siglo, sin embargo, aquellos que
soñaban con conquistar el espacio, se lo imaginaban lleno de marcianos a los
que poder someter. Pero, ¿qué pasaría si fueran los marcianos los que vinieran
a conquistarnos a nosotros? H.G. Wells fue uno de los primeros en hacerse esta
pregunta y en imaginar la historia que podría haber detrás. Esta historia no es
otra que la que podéis encontrar en La
guerra de los mundos, la novela clásica de ciencia ficción reeditada
recientemente por Libros del Zorro Rojo con las ilustraciones únicas de
Henrique Alvim Corrêa: un magnífico libro del que os hablo a continuación.
El narrador y
protagonista de esta historia es un hombre al que fácilmente podemos
identificar con el propio H.G. Wells. La vida de este intelectual inquieto que
vive en un pueblecito inglés con su esposa se ve del todo alterada el día en el
que empiezan a caer enormes artefactos cilíndricos en las inmediaciones. Los
artefactos, de apariencia inofensiva en un principio, revelan pronto su
verdadera y violenta naturaleza. Una vez que la guerra entre los extraños seres
que salen de ellos, supuestamente marcianos, y los ingleses se desata, nadie
parece estar a salvo. ¿Cómo conseguirán los humanos acabar con tan terribles
seres?
No cabe duda de que
H.G. Wells es uno de los grandes autores de ciencia ficción de todos los
tiempos y solo a él en su época se le pudo ocurrir una historia tan
espeluznante como la de la invasión marciana que nos relata en La guerra de los mundos. Así, en un
mundo en el que el hombre se consideraba muy por encima de todos los seres
vivos, incluso de los que no habitaban nuestro planeta, Wells hizo que cayeran
cilindros gigantescos llenos de terribles criaturas dispuestas a demostrarle al
ser humano lo equivocado que estaba. Y no solo eso: Wells se empeñó en
describir al milímetro cómo sería esa llegada, cómo reaccionarían los ingenuos
humanos, la forma en la que tendrían que sobrevivir a la terrible guerra… La
narración final fue tan creíble, que incluso décadas más tardes Orson Welles
consiguió convencer, al menos por unas horas, basándose en el texto de Wells, a
sus radioyentes de que una invasión marciana estaba teniendo lugar en el
planeta.
Existen muchas ediciones
de La guerra de los mundos, pero no
creo que todas se presenten al lector tan completas como la de Libros del Zorro
Rojo. Y es que esta edición no solo cuenta con la cuidada traducción de Ramiro
Maeztu, sino también con las maravillosas ilustraciones realizadas por Henrique
Alvim Corrêa. Estas ilustraciones, trabajadas con lápiz de carbón y tinta sobre
papel, comenzaron a realizarse por el ilustrador tan solo cuatro años después
de la publicación del libro y fueron publicadas por primera y última vez, en una
sola tirada de quinientos ejemplares, en 1906 por la editorial belga L.
Vandamme & Co. Huelga decir que el libro cobra un nuevo sentido con ellas,
pues nos hacen partícipes de forma clara del imaginario de la época con total
vivacidad. Imposible, una vez leído el libro acompañado por ellas, imaginar la
historia de una forma diferente.
Por si todo fuera poco,
esta edición de Libros del Zorro Rojo incluye un enlace QR que da acceso al
lector al audio de la grabación original radiofónica de Orson Welles y a la
traducción del guion que utilizó aquella espeluznante noche. ¿Quién podría dar
más?
La
guerra de los mundos, en definitiva, es un novela clásica de
ciencia ficción que todos los amantes del género, especialmente aquellos
interesados por las invasiones extraterrestres y las vidas en otros planetas,
deberían leer al menos una vez en su vida. Si además la lectura es de la
edición que nos ofrece Libros del Zorro Rojo, esta joya para coleccionistas a
un excelente precio, estoy segura de que la experiencia será mucho más
gratificante. La pregunta es: ¿te atreves a invadir este libro?
Cristina Monteoliva