Título: Sombras en el lago
Autores: Giovanni Cocco y
Amneris Magella
Traducción: Miguel
Ros González
Publica: Bóveda
Páginas: 360
Precio: 18 € / 7,99 € (epub)
El lago de Como es un lugar muy
apreciado tanto por los turistas extranjeros como los propios italianos. Y no
es de extrañar, ya que el lugar parece sacado de un idílico cuento a ojos de
todos los que vamos allí sin conocer su historia no tan lejana. Una historia
que nos habla de contrabandistas, partisanos y conflictos acontecidos durante
la Segunda Guerra Mundial. ¿Y quién sabe si el lago aún no esconde secretos
importantes? Tales como los que nos viene a relatar la obra de ficción Sombras en el lago, la novela de Giovanni
Cocco y Amneris Magella que a continuación revisaremos.
Stefania Valenti es una
inspectora de policía cuya vida personal y trabajo siempre han estado ligados
al lago de Como y su entorno. Divorciada y con una hija de once años, la
inspectora normalmente ha de resolver casos de poca importancia. Un buen día,
sin embargo, es requerida para inspeccionar los restos encontrados en una
granja en ruinas mientras se llevaban a cabo las obras de una nueva carretera
que unirá Italia con Suiza. El cadáver parece pertenecer a un hombre joven que
falleciera durante la Segunda Guerra Mundial. Pero, ¿por qué estaba el cuerpo
escondido en lo que los habitantes del lugar denominan nevera? ¿Quién era el
misterioso joven? ¿Tendrán algo que ver los Cappelletti, los ricos dueños de
Villa Regina, una de las más magníficas casas del lugar?
Stefania es una mujer
fuerte y decidida que, como muchas mujeres, hoy en día, ha de criar
prácticamente sola a una hija preadolescente mientras intenta realizar su
trabajo lo mejor posible. Su vida laboral se vuelve del todo emocionante el día
en el que aparecen en una granja prácticamente derrumbada los restos y las
pertenencias de un joven. Aunque pronto queda claro cómo murió el chico,
Stefania se empeña en continuar la investigación hasta averiguar quién era, qué
hacían allí los restos y por qué han estado misteriosamente ocultos durante
tantos años. Su investigación le llevará, inevitablemente, a hablar con los
propietarios de Villa Regina, una lujosa casa a orillas del lago; pero también
con otros personajes interesantes que le irán dando hilos de los que tirar en
su investigación.
Los hechos que
culminaron con el asesinato del joven tuvieron lugar durante la Segunda Guerra
Mundial. Como pronto descubriremos gracias a este libro, en la zona del lago di
Como había soldados alemanes, partisanos y contrabandistas tanto de víveres
como de personas. Estos últimos ayudaban a personas en peligro, a cambio de
dinero, a cruzar la frontera con la cercana y segura Suiza. Pero, ¿y si las
cosas se torcieran por el camino? ¿Ayudarían los contrabandistas entonces?
La novela está escrita
en tercera persona. El narrador, además de proporcionarnos datos sobre la vida de
Stefania y los hecho que investiga, se cuida mucho de ofrecernos un retrato
costumbrista del norte de Italia, en concreto, de la zona que circunda al lago
de Como, a principios del siglo XX. El buen lector entenderá pronto que los
autores de esta novela no solo son unos enamorados del lago, sus montañas, sus
paisajes y sus pueblos, sino también de la gastronomía de la zona, sobre todo
de los numerosos tipos de dulces que nos ofrece Italia. Imposible leer esta
novela y no acabar con hambre.
A los que no conciben
una novela de este tipo sin una historia de amor de por medio, os diré que esta
novela negra de ritmo in crescendo contiene varias. La de Stefania con alguien
que conocerá durante su investigación será una de ellas, aunque no la más
apasionada e interesante de este libro. Pero, bueno, tendréis que leer esta
historia para saber qué quiero decir.
Sombras
en el lago, en definitiva, es una novela negra que nos da a
conocer parte del norte de Italia sin necesidad de coger un avión para ello.
Una historia apasionante que nos hará conocer datos interesantes de la Segunda
Guerra Mundial en torno al lago di Como. Una buena lectura veraniega, tanto
para los que tengáis vacaciones como los que no. ¿Te la vas a perder?
Cristina Monteoliva