¿Cómo y cuándo supiste por primera vez de la Avenida de la Luz de
Barcelona?
La
primera vez que escuché hablar de la Avenida de la Luz fue en una canción de
Loquillo. Al principio me pareció que no hablaba de un lugar real, pero más
tarde vi el vídeo, que está rodado en ella, y quedé fascinada. Quise conocerla,
pero era tarde.
No hay demasiada información en internet sobre el lugar. Tampoco creo
que muchos autores hayan escrito sobre el tema. ¿Crees que es porque el sitio
está maldito?
No creo
que el sitio esté maldito en sí, pero me da la sensación de que es un lugar que
alimenta más el tipo de fantasías que da lugar a historias orales. Yo misma
pregunté mucho sobre el lugar y me di cuenta de que para algunos era un lugar
de ensueño y para otros un lugar de pesadilla. Solía depender de en qué momento
de la Avenida de la Luz la hubiesen conocido, pero para mí fue muy interesante
escuchar cómo un mismo espacio puede reunir dos tipos de historias tan opuestas
y creo que eso se refleja al final en el libro.
¿Cómo se te ocurrió escribir Avenida de la Luz?
A mí me
fascinan las ruinas urbanas, la historia de los espacios, y no me importa a la
hora de quedar impactada por ellos que sea un templo romano o una fábrica
abandonada. Al principio de escuchar hablar de la Avenida de la Luz, como ya he
dicho, quise visitarla. En mi imaginación era un espacio en desuso con una
historia fascinante y tenía que ver cómo era. Para mi decepción descubrí que se
había convertido en una tienda de cosméticos, un hall y una sala de
exposiciones y que apenas quedaban las columnas y unas fotografías
conmemorativas de lo que fue. Creo que hasta ese mismo momento no tenía claro
que quisiera escribir sobre la Avenida de la Luz, pero el sentimiento que me causó
no haberla podido conocer, me empujó de alguna manera a escribir sobre la
Avenida de la Luz que nunca fue: su ampliación en Ciudad subterránea.
©María Zaragoza
¿Has escrito esta historia con brújula o con mapa?
Ha sido
la primera vez que me he propuesto concienzudamente escribir con mapa una
historia y ha sido interesante ver cómo del esquema original, del que no
pensaba salirme, han quedado los huesos. Creo que hasta cuando se escribe con
mapa, de vez en cuando, se usa la brújula.
¿Ha habido alguna parte de esta historia que te resultara
especialmente difícil de escribir?
Sobre
todo ha habido decisiones duras que he tenido que tomar para mantener la
coherencia de la historia. En ciertas partes especialmente crueles me tenía que
tomar mi tiempo y hacerlo con calma para no terminar actuando con el corazón en
vez de con la cabeza.
¿Crees que es más complicado escribir terror - ciencia ficción que
escribir otros géneros?
Creo que
cada género tiene su dificultad y que cada autor tiene más facilidad para
resolver según su método de trabajo, sus talentos personales o sus
conocimientos. A veces incluso según gustos o afinidades.
¿Es complicado ser una autora de terror – ciencia ficción en España?
(Recordemos que desde hace un tiempo está circulando en las redes la campaña
#LeoAutoresEspañoles).
Creo que
se ha extendido demasiado la idea de que en España somos mejores haciendo
realismo y eso, aparte de no ser cierto, ha hecho bastante daño a lo fantástico
en general durante mucho tiempo. Tengo la sensación de que está cambiando pero
tampoco me hagas mucho caso, tiendo a ser bastante optimista. En cuanto al
hecho de ser mujer, bueno, supongo que está todo resumido con decir que eso de
que la igualdad está lograda y que estamos igual de consideradas es una de las
peores mentiras de las que nos ha convencido.
©María Zaragoza
Volviendo a la historia en sí, ¿qué elementos suyos crees que pueden
atraer más a los lectores?
Creo que,
por un lado, el descubrimiento de la Avenida de la Luz puede resultar
atractiva, al menos a mí me lo resultó tanto que terminé escribiendo este
libro. Por otro, me gusta pensar que he invitado a los lectores a acompañar a
los personajes en una aventura de exploración de un mundo nuevo. No es una isla
desierta, ni una selva tropical, ni un océano inexplorado, ni van a descubrir
vida en el centro de la tierra, pero es un mundo nuevo al que se accede a
través de algo tan cotidiano como una galería comercial. Y que, como todos los
mundos nuevos, puede estar lleno de cosas fascinantes y peligros terribles.
¿Has hecho alguna vez exploración urbana?
Como tal
no, es decir, de la que tiene nombres y apellidos no. ¿Pero quién no se ha
colado alguna vez en un sitio abandonado o con fama de maldito?
¿Crees en las premoniciones o eso es algo que lo dejas solo para la
literatura?
Sí creo
en ellas porque llevo toda la vida viendo cómo en mi familia se predicen con
sorprendente facilidad cosas muy rocambolescas que acaban teniendo lugar. Y
también que les resulta complicado explicar por qué han tenido esa intuición
tan certera. Si me preguntas si creo que eso tiene una explicación paranormal,
te diré que no. Me parece que, simplemente, tiene una explicación que no
conocemos todavía y que es perfectamente científica y lógica.
¿Con qué personaje te sientes más identificada?
Aunque es
verdad que en esta novela en concreto todos tienen bastante mío por unas
razones o por otras, creo que Laura es la que más tiene de mí, aunque no sea
totalmente yo. Sí identifico en mí esa pasión por lo que no se lleva, la
desconfianza por lo gregario, el amor por los cines que ella tiene.
¿Crees en los amuletos? ¿Tienes alguno?
No creo
que los amuletos den suerte. Pero sí creo en objetos que crean costumbres, que
tienen significados emocionales, que llevas en ocasiones especiales o nunca te
quitas. De esos tengo todos los que quieras.
¿Qué esperas que encuentren los lectores en Avenida de la Luz?
Yo
siempre me sorprendo con las cosas que encuentran los lectores y es lo que más
me gusta. Normalmente me gusta que me digan que les he mostrado algo que no
conocían, que les he hecho pensar sobre alguna cuestión que no se les había
ocurrido, y esta vez me apetece mucho que me digan que se han divertido, que lo
han pasado mal pero se han divertido.
¿Qué nuevos proyectos literarios tienes en mente?
¡Yo
siempre tengo mil! Me gustaría hacer una Space Opera, tengo un proyecto muy
ambicioso de novela que siempre retomo y vuelvo a abandonar y luego mis
proyectos de cómic y de cuentos infantiles a los que quiero dar más espacio. Si
me preguntas por dónde pienso empezar ahora mismo, no sabría decirte, supongo
que irá surgiendo porque quiero hacerlo todo.
Cristina
Monteoliva