Título: La sonrisa
de las mujeres
Autor: Nicolas
Barreau
Traducción: Carmen Bas
Álvarez
Editorial: Espasa
Págs: 272
Precio: 19,90 € / 13,99 €
Para los amantes de la lectura, un libro
es un compañero, un amigo, incluso, a veces, una tabla de salvación. Siempre
digo que la gente que aún no lo ha descubierto (la gente que apenas lee) es
porque no sabe que también hay libros hechos para ellos. ¿Y qué pasa el día que
por fin se topan estos individuos con ese libro con el que conectan y que les
hace verdaderamente felices? La respuesta está en “La sonrisa de las mujeres”,
la exitosa novela de Nicolas Barreau de la que hoy os hablaré.
Aurélie tiene un restaurante (Les temps
des cerises) que le dejó su recientemente fallecido padre en herencia, un novio
egocéntrico y extraño, y unos amigos que se preocupan mucho por ella. La vida
marcha más o menos bien para esta treintañera parisina hasta el día en el que
su novio decide dejarla por otra. Todo sucede precisamente en el día libre de
Aurélie y la joven decide deambular sin rumbo por la ciudad. Huyendo de un
curioso policía, entra en una librería. Allí no solo se topa con un librero
amable, sino también con un libro titulado “La sonrisa de las mujeres” que hará
que su estado de ánimo cambie por completo. Aurélie tendrá a partir de entonces
un objetivo claro: encontrar al hombre que con sus palabras la ha hecho tan
feliz. ¿Lo conseguirá?
Era inevitable que acabara leyendo “La
sonrisa de las mujeres” después de la grata impresión que me causó la segunda
novela del mismo autor, “Me encontrarás en el fin del mundo”. También porque
quería analizar concienzudamente qué ingredientes han hecho que la primera
comedia romántica escrita por este joven de madre alemana y padre francés sea
todo un éxito (en España vamos ya por la décima edición, que se dice pronto) en
Europa. Efectivamente, he encontrado muchos puntos interesantes en este libro.
Pero será mejor que deje de irme por las ramas y os los comente a continuación.
“La sonrisa de las mujeres” es una
novela del tipo “comedia romántica” llena de equívocos divertidos y buenos
sentimientos (y final feliz, claro), donde la cercanía (la empatía) con los
personajes principales nos llega gracias a la lograda narración en primera
persona a dos voces. Una de estos narradores es Aurélie, esa mujer soñadora que
encuentra el amor en un libro. El otro no puedo decirlo ahora, pues entonces se
perdería la gracia.
La novela gira básicamente en torno a
varios temas principales: la aparición inesperada del amor, la cocina francesa,
el mundo editorial galo, el efecto que los libros pueden causar en sus lectores
y la existencia de escritores que firman con nombre falso.
Sobre la aparición inesperada del amor
creo que ya he dicho lo suficiente. Por si acaso, lo repito: Aurélie se enamora
del autor del libro que encuentra por casualidad y tanto la hace feliz justo
cuando la abandona su novio. Esto me lleva a hablaros del tema que directamente
se relaciona con este: el efecto que los libros causan en los lectores. En el
caso de Aurélie, este no podría ser mejor, más aún si tenemos un día que
nuestra protagonista es una persona que apenas lee. Un día encuentra un libro y
descubre que existe todo un mundo entre sus páginas. Creo que es importante
recalcar que los libros tienen ese poder y muchos otros. Los libros pueden
hacer que nos enamoremos, que nos desenamoremos; que sintamos tristeza o
alegría; que reflexionemos sobre cualquier tipo de temas o simplemente
consigamos evadirnos de un presente gris. Por eso es tan importante que la
gente lea. Una pena que la sociedad actual no parezca darse cuenta.
Con respecto al mundo editorial galo, es
probable que no se diferencie mucho al español, en esencia. Tampoco es que
lleguemos a conocerlo en profundidad en esta novela. Pero su presencia es tal
en esta obra como para tenerlo muy en cuenta.
Aurélie es propietaria de un
restaurante, también cocinera. Los platos franceses están muy presentes en
estas páginas, tanto como que al final el autor ha querido regalarnos unas
cuantas y suculentas recetas.
Finalmente llegamos al tema para mí más
interesante de la obra: el de los autores que firman con nombre falso. ¿Por qué
lo hacen? ¿Exigencias editoriales, tal vez? ¿Se vende más con una identidad
ficticia? Pero, ¿qué hacer si te surge una presentación, por ejemplo? ¿No se
sentirían los lectores defraudados si descubrieran la verdad?
En fin, amigos, ahí os dejo estas
preguntas. Muchas de ellas tienen su respuesta en este divertido libro que,
como veis, no solo me ha hecho feliz (como asegura la portada que hará con todos
vosotros), sino que también pensar de lo lindo; otras rondarán en vuestra
cabeza durante un tiempo. Ahora dejo en tus manos el descubrir todos los
sentimientos que “La sonrisa de las mujeres” puede despertar en ti. ¿Te
quedarás con las ganas de averiguarlo?
Cristina Monteoliva