Título: El arte
sombrío
Autor: Juan de
Dios Garduño
Editorial: Dolmen
Págs: 256
Precio: 17,95 €
Prepararse
para la llegada de un huracán tiene que ser de lo más estresante: que si tienes
que tener localizados a todos tus seres queridos, que si hay que comprar
víveres suficientes, que si hay que salir corriendo en busca de un buen
refugio… Imagina que además tengas otras preocupaciones que te distraigan de lo
principal (la supervivencia, por supuesto). Como la investigación de un
asesinato, ¡o de varios! Este es el punto de partida de El arte sombrío, la nueva novela de Juan de Dios Garduño de la que
hoy hablaremos.
Bienvenidos
a la encantadora localidad de Maringouin, Luisiana, el pueblo probablemente con
el mayor número de sucesos delictivos, entre asesinatos y secuestros, por
habitante de todos los Estados Unidos de América. No es de extrañar, por tanto,
que aunque el huracán Odette se acerque a pasos agigantados, las autoridades,
en vez de preocuparse por poner a la población a salvo, se calienten la cabeza
intentando resolver los últimos asesinatos: el de un hombre aparecido en el
pantano local y el de una vieja alemana y su sirvienta. Se sospecha del
Comercial, un asesino en serie que ha actuado antes en los alrededores, pero,
¿quién sabe si no habrá más asesinos sueltos? ¿Te atreves a descubrirlo?
Me
encanta el pueblo de Maringouin, ya no solo porque sea el típico pueblo sureño
con denominación de origen, sino porque en él puede pasar casi de todo: que te
pille de pleno un huracán de fuerza cuatro, encontrar un cadáver saponificado
(cómo adoro estos términos científicos), descubrir las aficiones travestis del
alcalde y los pensamientos pecaminosos de su mujer, ir a cazar extraterrestres
con el tipo de la gasolinera o beber mojitos todo el día con el agente del FBI,
hallar muerta a una anciana nazi…
El arte sombrío es un thriller plagado de
cadáveres, desapariciones, asesinos potenciales y criminales que se esconden
entre lo que hasta la aparición del primer cadáver parecía una localidad la mar
de tranquila. No faltan en esta historia, como en otras de Juan de Dios
Garduño, elementos sobrenaturales, que no hacen otra cosa que enriquecer una
trama ya de por sí interesante. Por si todo esto fuera poco, nos encontramos
con un narrador un tanto malhablado, irónico y/o sarcástico que, además de
cercano, nos hace la lectura más amena.
Esta
es una novela coral, una historia plagada de personajes peculiares, muchos de
ellos con montones de secretos que ocultar. Me resulta difícil encontrar un
favorito entre todos ellos. Me gustaría destacar, eso sí, los papeles que
juegan Brian, el joven policía enamorado de Coyne, una mujer cuyo marido
desapareció hace años; Athman, el agente del FBI que bebe en sus horas de
trabajo y se comporta de una forma bastante extraña; Sam, el viejo cazador de
extraterrestres y sus locas teorías; Samantha, la mujer del alcalde, una dama
que se debate entre su gran religiosidad y sus deseos sexuales y, finalmente,
Rick y John Deschaints, dos seres totalmente antagónicos que llegan a la ciudad
para crear aún más confusión.
El arte sombrío, en definitiva, es un thriller
con aire sureño, una novela de ritmo trepidante (recordemos que se acerca un
huracán, y que los asesinatos no paran de sucederse) apta tanto para los
lectores del género negro como para los amantes de las historias con elementos
fantásticos con ansias de conocer una trama plagada de sucesos criminales,
personajes peculiares e incógnitas sin resolver. Si has leído antes a Juan de
Dios Garduño, estoy segura de que esta nueva obra suya no te defraudará. Y si
simplemente estás buscando un lugar a dónde ir estas vacaciones… Bueno, en
Maringouin te aseguro que harás de todo menos aburrirte.
Cristina
Monteoliva