Título: Apocalipsis
para principiantes
Autor: Nicolas
Dickner
Traducción: Luisa Feliu
Edita: Editorial
Siruela
Págs: 184
Precio: 16,95 €
(rústica) / 8,99 € (Kindel y Epub)
¿Qué harías si de pronto vieras
claramente la fecha del fin del mundo en tu cerebro? ¿Te asustarías?
¿Prestarías atención? ¿Intentarías evitarlo? ¿Y si cada uno de los miembros de
tu familia tuviera su propia fecha para el fin del mundo? Sería una locura,
¿verdad? Pero una locura muy divertida, tal y como descubrirás si te decides a
leer Apocalipsis para principiantes,
la novela de Nicolas Dickner de la que hoy os hablaré.
Agosto de 1989. Faltan
tres días para comenzar las clases. Hace calor en Rivière-du-Loup pero Mickey
no puede hacer unos largos en la piscina ya que las tuberías de la misma se han
roto. De vuelta a casa, sin embargo, el día se arregla para Mickey. Y todo
porque en lo alto de las gradas del campo de béisbol está Hope, la chica que ha
de cambiar para siempre la vida de este adolescente canadiense. Hope no solo es
la chica más maravillosa que jamás haya conocido Mickey, sino también la más estrafalaria.
La joven procede de una larga saga de “visionadores del fin del mundo”.
Básicamente, cada miembro de la familia ve en un momento de su vida el fin del
mundo. Cuando llega la fecha marcada y no ocurre nada, todos y cada uno de
ellos se vuelven prácticamente locos. O tal vez eso ocurra antes, puesto que la
madre de Hope no se puede decir que esté muy cuerda. Ella ya tiene su fecha
para el apocalipsis (además de un pronunciado alcoholismo), pero, ¿tiene ya
Hope la suya? ¿Y qué sucederá cuando la vea? ¿Podrá Mickey soportarlo? La
respuesta a esta y a otras muchas preguntas la encontrarás en este divertido
libro. Aunque, tranquilo, que yo te daré unas cuantas pistas a lo largo de esta
reseña.
Esta es la historia de
Mickey, un muchacho corriente en un pueblo anodino que, de pronto, conoce a un
ser extraordinario. Este ser fuera de serie no es otra que Hope, una chica que
llega hasta Rivière-du-Loup por casualidad y que vive en una antigua tienda de
animales con su madre, la no menos extraordinaria (a pesar de su adicción al
alcohol) Ann Randall.
La familia de Mickey
siempre se ha dedicado al cemento. La familia de Hope siempre ve el fin del
mundo. Ninguno de los dos inteligentes chicos tiene intención de seguir las
tradiciones familiares. Sin embargo, a veces los planes no salen precisamente
como los esperamos, y en una novela tan disparatada como esta, cualquier cosa
puede suceder.
Los chicos se pasan la
vida viendo la tele en el sótano de Mickey mientras nos planteamos si acabarán
o no saliendo en serio. El mundo se mueve deprisa en la pantalla de televisión.
Son tiempo de cambios y, aunque se supone que esta es una novela cómica,
también nos invita a conocer esa parte de la realidad de la época.
El libro está compuesto
por noventa y siente capítulos bastante breves que hacen recordar a los
episodios de las series de televisión. Todos ellos están narrados por Mickey,
de forma brillante, atractiva. Lo curioso es que hay un momento en el que los
protagonistas se separan (Hope viaja a Japón, es todo lo que puedo decir) y
Mickey sigue narrando la historia. Como si su espíritu se hubiera marchado con
Hope mientras su cuerpo se queda en Canadá para, justo cuando se acerca el
final, volver a de nuevo a su lugar de origen. Un recurso la mar de curioso. Un
poco desconcertante al principio, pero bastante efectivo conforme vas avanzando
en la lectura.
Apocalipsis
para principiantes, en definitiva, es una apuesta
divertida, romántica y mucho más profunda de lo que la portada y el título nos
hace pensar en un principio. Un libro fresco y diferente, sin duda. Eso sí: si
te da miedo que llegue el fin del mundo, procura leer esta novela en un lugar
que consideres seguro. Nunca se sabe.
Cristina Monteoliva