lunes, 20 de noviembre de 2017

Hablemos del PROCESO DE CORRECCIÓN (III)



-Tu obra te tiene que gustar a ti pero también a los demás, si acaso pretendes comercializarla. Durante el proceso de corrección tendrás que preguntarte una y otra vez si la historia que estás contando puede llegar al público lector y cómo puedes mejorarla para que así sea. Si no lo ves claro, pide que un amigo lea tu obra, aunque no esté del todo terminada. La visión de alguien de fuera a menudo es de mucha ayuda. Siempre es preferible que la persona que lea tu obra sepa algo de literatura. Si no es así, procura que al menos sea un lector atento y sincero a la hora de darte una opinión.

-Lo que quieres decir no se ha de quedar en tu cabeza. Como reseñista, alguna que otra vez he leído obras que tienen poco que ver con lo que sus autores cuentan sobre ellas en las entrevistas o en las presentaciones de sus libros. Así, muchas de las ideas fabulosas que los autores tan bien explican en cuando hablan de ellas no quedan reflejadas en el papel ni remotamente. Asegúrate de que todo eso que tienes en la cabeza sobre tu historia, tus personajes, etc, queda bien plasmado en tu relato, novela, etc, y que todo quede lo suficientemente claro para los lectores.

-No tienes que explicarlo todo, pero no se lo pongas tan difícil al lector. Leer es una actividad placentera. Algunos lectores quieren llevarla a cabo de una forma más pasiva, con historias que entren solas en la cabeza, mientras que otros piden un poco más. En todo caso, lo que el lector no quiere es sentirse engañado viendo que vas dejando pistas falsas o tener que pensar más de lo que tú lo has hecho mientras escribías. La ambigüedad está bien cuando el lector puede encontrarle algún sentido. Pero, recuerda: lo que no dejes del todo claro, al menos que no sea un galimatías imposible de comprender.

-Ponte una fecha límite para acabar de corregir. Corregir lleva su tiempo, pero no puedes pasar haciéndolo durante años. Si no hay un editor o agente que te ponga un límite, hazlo tú e intenta mantenerlo. Conforme se acerque la fecha, irás viendo las cosas más claras.

Y al final, ¿qué queda, además de un conjunto de consejos que espero que os hayan servido de algo? Espero que la mejor versión de tu historia que hayas podido conseguir durante todo el proceso de escritura y corrección. Al menos, una versión que convenza a una editorial. Luego el editor te dirá cosas que hay que cambiar, corregir, seguir puliendo… Pero esa es otra historia.