domingo, 24 de septiembre de 2017

Reseña: LA LÍNEA DEL FRENTE, de Aixa de la Cruz.

Título: La línea del frente
Autora: Aixa de la Cruz
Publica: Salto de Página
Páginas: 184
Precio: 16,90 €

Alguna vez, recordando algún hecho del pasado junto a un familiar, he podido comprobar que aquella anécdota no tenía una sola versión, sino al menos dos. Para mayor sorpresa, las versiones eran totalmente contradictorias, como si cada uno de nosotros lo hubiéramos vivido en dimensiones distintas de la realidad. El caso es que no siempre recordamos los hechos tal y como sucedieron, y a menudo tendemos a rellenar los huecos que nuestra memoria no recuerda con datos totalmente inventamos, inconscientemente. Para saber de este tema y otros también interesantes, nada mejor que leer La línea del frente, de Aixa de la Cruz: el libro del que paso a hablaros a continuación.
Tras romper con su novio Carlos, Sofía se traslada desde Barcelona a la urbanización turística de Laredo en la que sus padres tienen un piso frente al mar. Sofía necesita la soledad de la urbanización en invierno para escribir su tesis doctoral sobre el escritor Mikel Areilza, un militante de ETA que se escapó a Argentina y que poco después de que sus delitos prescribieran, se quitó la vida. Esa es la excusa. La verdadera razón de Sofía para mudarse a un lugar tan apartado del mundo y de las comodidades de la ciudad es que Jokin, su amor de adolescencia, está cumpliendo condena en la cárcel cercana. Sofía espera retomar la relación con él al tiempo que, a través de los diarios del dramaturgo argentino Arturo Cozarowski intenta conocer mejor a Mikel Areilza. Lo que acaba descubriendo tanto de uno como de otro no solo cambiará la forma que tiene de verlos sino también su forma de verse a sí misma. ¿Conseguirá salir indemne de esta aventura?
La narradora y protagonista de esta historia, Sofía, es una mujer inteligente que huye de un pasado reciente, para paradójicamente, encontrarse con un pasado remoto. Tras una vida de pasividad ante el conflicto vasco, primero, y sumisión en su relación de pareja, después, espera encontrar en Jokin, su amor del instituto, la valentía que cree que le falta, la empatía hacia el conflicto vasco y, sobre todo, la mayor de las historias de amor.
La narración de Sofía se alterna con otros recursos literarios, como los extractos del diario de Arturo Cozarowski, un desesperado dramaturgo argentino que conoce de primera mano cómo fueron los últimos días del escritor y militante de ETA Mikel Areilza. ¿Qué le llevaría a suicidarse? ¿Tiene algún sentido su muerte desde el punto de vista del dramaturgo? ¿Y del de nuestra protagonista?
Por otro lado, tenemos también las sinceras cartas que le escribe Jokin a Sofía y las visitas que Sofía le hace a Jokin a la cárcel. Estas visitas, así como el encuentro que ella tendrá con el único e inquietante vecino que tiene en su retiro costero, las encontramos transcritas como si de una obra de teatro se tratara. La explicación a esto la encontramos volviendo a los diarios del dramaturgo argentino. Pero si os lo cuento, dejaría de tener su gracia. Así que ya sabéis: si queréis desvelar el misterio, tendréis que leer este libro.
¿De qué nos habla realmente La línea del frente? En primer lugar, del conflicto vasco, como un hecho vivido de formas muy distintas en la comunidad autónoma: casi tantas como habitantes hay en las tres provincias que la conforman. En segundo lugar, de la soledad y de la necesidad que tenemos de encontrar personas afines a nuestros gustos y formas de ser no ya solo para combatirla, sino también para reafirmarnos como individuos. Y en tercer lugar, y más importante, de la manera interesada que, inconscientemente, tenemos de distorsionar nuestros recuerdos, de forma que es casi imposible discernir cuánto de realidad y cuanto de ficción habita en nuestras mentes. ¿Conocemos realmente a los demás, entonces? ¿Y a nosotros mismos?
La línea del frente, en definitiva, es una novela que, a través de la experimentación literaria y la explotación de la narración en primera persona, invita al lector a intentar entender el mundo de su protagonista gracias a sus recuerdos y vivencias, así como los de otros personajes. Se trata esta de una obra arriesgada, en cuanto nos hace plantearnos si no vivimos todos inmersos en una ficción, y por hablar sin tapujos del siempre candente conflicto vasco. Una historia llena de matices que está esperando que los descubras a través de su lectura. ¿O es que acaso piensas dejar sola a Sofía en la playa de Laredo? Espero que no. Pero, cuidado: conocerla puede ser peligroso.
Cristina Monteoliva