jueves, 3 de agosto de 2017

Entrevista: JUAN GÓMEZ BÁRCENA.

Queridos amigos lectores:

ha llegado agosto, pero nosotros no paramos. Este es un mes fantástico para las nuevas lecturas, tanto si estáis de vacaciones como si no, y no queremos que dejéis de descubrir libros que pueden llegar a convertirse en imprescindibles de vuestras vidas. Tampoco a sus autores. Hoy os traemos la entrevista que nos ha concedido Juan Gómez Bárcena, autor de la novela Kanada, de la cuál hablaremos con él, además de otros temas.
Juan Gómez Bárcena es licenciado en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada e Historia por la Universidad Complutense de Madrid y en Filosofía por la UNED. Hasta la fecha, la publicado el libro de relatos Los que duermen (Salto de Página, 2012), considerado una de las mejores óperas primas del año por El Cultural y por el que recibió el Premio Tormenta al Mejor Autor Revelación; las novelas El cielo de Lima (Salto de Página, 2014), título que le hizo ganador del Premio Ojo Crítico de Narrativa 2014 y el Premio Ciudad de Alcalá de Narrativa 2015, y Kanada (Sexto Piso Editorial, 2017). También ha obtenido, entre otros galardones, los Premios José Hierro de Relato (2003) y Poesía (2007) del Ayuntamiento de Santander, el Premio Internacional CRAPE de cuento (2008) o el Premio de Narrativa Ramón J. Sender (2009), y en 2008 resultó finalista del XII Premio Mario Vargas Llosa NH de libro de relatos. Como reconocimiento a su labor literaria ha sido becado por la Fundación Antonio Gala, la Fundación Caixa Galicia y el INJUVE, disfrutó de una residencia en México DF patrocinada por el FONCA y una beca por la Academia de España que le llevó hasta Roma.
Pero dejémonos de preámbulos y vayamos a la entrevista. ¿Preparados? ¡Allá vamos!

¿En qué momento de tu vida decidiste que querías dedicarte de pleno a la literatura?
Es un sueño que me ha perseguido siempre, desde que era niño. Por supuesto, ha habido también momentos de flaqueza, cuando crecí y me enfrenté a dificultades para publicar, y sobre todo para sobrevivir económicamente. Pero lo cierto es que el deseo siempre ha estado ahí, incluso cuando creía que era un sueño imposible.

¿Recuerdas lo primero que escribiste?
Sí: de hecho mis padres conservan el manuscrito. Son nueve libretas tamaño cuartilla que escribí entre los seis y los siete años, y en ellas se narra la Historia de la Humanidad o lo que entonces yo creía que era la Historia de la Humanidad. Parece que desde niño me han obsesionado los mismos temas...

¿Qué autores te han influenciado como escritor?
Sobre todo la literatura hispanoamericana, y escritores como Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Roberto Bolaño o Juan Rulfo.

 © Blanca Díaz

Has obtenido numerosas becas a lo largo de tu carrera literaria. La última, te trae de vuelta de Roma a España. ¿Crees que se puede vivir actualmente de la escritura sin estar becado?
De la escritura no se puede vivir ni aun estando becado...¡y lo digo yo, que he tenido mucha suerte! Las subvenciones y residencias de creación son una ayuda importante, claro, pero no garantizan la supervivencia. Mucho menos aún las ventas de tus libros, a no ser que tengas la habilidad (y sobre todo la fortuna) para escribir un best-seller. La mayoría de los escritores sobrevivimos gracias a actividades profesionales aledañas o paralelas a la literatura: en mi caso, la docencia de escritura creativa.

Por cierto, ¿qué hace exactamente un becario escritor o un escritor becario?
Hace eso que por desgracia casi ningún escritor puede hacer: sentarse a escribir sin pensar en el dinero, al menos durante el tiempo que dure la beca. En ocasiones, ésta incluye también una residencia en el extranjero, como es el caso de la beca de la Real Academia de España en Roma que acabo de disfrutar.

Tus anteriores obras, Los que duermen (libro de relatos) y El cielo de Lima obtuvieron un gran reconocimiento entre crítica y lectores. ¿Te ha dado en algún momento miedo la idea de no conseguir el mismo éxito con tus próximas obras publicadas?
Por supuesto. Y es un angustia difícil de vencer, porque ese reconocimiento que mencionas está basado en gran parte en el azar: que el crítico adecuado dé con tu obra; que el suplemento literario de turno encuentre una percha para escribir sobre tu libro; que el editor propicio se anime a publicarte...Sin olvidar que hay obras mucho menos “comerciales” que otras, independientemente de su calidad. Estoy tan seguro de que Kanada es mi mejor libro hasta la fecha como de que gozará de menos reconocimiento que El cielo de Lima.

En 2017 vuelves a la actualidad literaria con la novela Kanada. ¿Cómo surgió la idea de escribir esta obra?
Surge durante mi estancia en Budapest entre 2010 y 2011, donde trabajé como profesor en el Instituto Británico, y sobre todo tras una visita realizada a Auschwitz. Pero en realidad la semilla del proyecto venía de muy atrás, pues como historiador me he especializado en la II Guerra Mundial. Lo que no sabía es que esas investigaciones algún día tomarían la  forma de una novela.



 © Isabel Wagemann

Kanada nos transporta al horror de la II Guerra Mundial desde una perspectiva diferente, una en la que las figuras de la víctima y el verdugo, del inocente y el culpable, se confunden. ¿Crees que algún día dejaremos de asombrarnos de lo que ocurrió durante esa terrible contienda bélica?
No, creo que nunca lo digeriremos por completo. Y eso está bien: es una experiencia que sencillamente no puede digerirse. Si algún día llegamos a asimilarla será sólo porque la habremos olvidado parcialmente, o porque -esperemos que no- nos enfrentaremos a tragedias en el presente cuya magnitud  supere a las catástrofes del pasado.

Kanada también habla del comunismo en el que quedaron sumidos algunos países después de la guerra. ¿No crees que de este tema se habla poco en la literatura, en realidad?
La experiencia del comunismo estalinista está poco trabajada, sobre todo si la comparamos con la dictadura nazi. Aunque creo que también depende del país que adoptemos como referencia: en Hungría, por ejemplo, sí ha sido un tema bastante fructífero.

El protagonista de Kanada llega a darse cuenta de que todo es cíclico. ¿Por qué crees que no lo hacemos los demás?
Porque implica ver nuestra sociedad desde fuera; contemplar la Historia como si no perteneciéramos a ninguna época ni ningún paradigma en particular. El protagonista de Kanada puede hacerlo, porque ha vivido unas circunstancias traumáticas que lo han desarraigado de la sociedad a la que creía pertenecer.

¿Qué parte de Kanada te ha costado más escribir?
Aunque suene a broma: el texto de contraportada. ¡Y eso que lo hice en colaboración con mi editora, Raquel Vicedo! Era una tarea muy difícil, puesto que como sabes en la novela no se citan nunca palabras como “Holocausto”, “Hitler”, “nazismo” o “judío”, y queríamos mantener esa discreción y al mismo tiempo sugerirle al lector qué clase de novela estaba comprando.

 © Toñi Indalecio

Creo que Kanada sería una gran obra para llevar a la gran pantalla. ¿Te gustaría a ti también que algún director se animara a rodar la película?
Parece que me has leído el pensamiento. Hay algún proyecto en marcha del que por desgracia todavía no puedo hablar, pero esperemos que llegue a buen puerto.

Leo en la última página de Kanada que el esbozo de esta novela esperaba en un cuaderno junto a otras ideas. ¿Qué otras futuros relatos o novelas esconden las páginas de dicho cuaderno?
En ese cajón guardo una docena de sinopsis de novelas. Todas me parecieron excelentes en algún momento, y por espacio de semanas o meses estuve convencido de que algún día llegaría a escribirlas. Pero por desgracia, soy un escritor caprichoso y cambiante. Si de esas doce ideas germinan dos novelas concluidas, me daré por satisfecho.

¿Qué esperas que encuentren los lectores de Kanada?
Un tema del que ya se ha escrito todo o casi todo, que no parece guardar secretos para nadie, pero contado de una manera distinta y reveladora.

¿Qué nuevos proyectos literarios tienes en marcha?
Una de las doce ideas de mi cuaderno, que cada día se parece menos a una idea y más a una novela.

¿Te gustaría añadir alguna cosa antes de acabar esta entrevista?
Quiero aprovechar para recomendar uno de los últimos libros que he leído, de un escritor muy joven además. Aprenderé a rezar para lograrlo de Víctor Balcells (Editorial Delirio).

¡Gracias por esta recomendación! Estoy seguro de que servirá para que muchos de tus lectores también conozcan este libro. Y, sobre todo, gracias por tu tiempo, tus palabras y tus fotos personales. Espero que Kanada llegue a mucha gente y pronto verla en la pantalla, ¡y a tus nuevas historias en la librería!
Y a vosotros, amigos lectores, gracias por estar al otro lado de la pantalla una entrevista más. Y ahora, ¿a qué estáis esperando? ¡A leer!


Cristina Monteoliva