martes, 13 de junio de 2017

Reseña: EL ASESINO DEL ACANTILADO, de Antonio Manzanera.

Título: El asesino del acantilado
Autor: Antonio Manzanera
Editorial: Ediciones B
Páginas: 352
Precio: 19 € / 7,59 € (epub)


Probablemente, al ver una novela con un título como El asesino del acantilado, ya creáis saber lo que os vais a encontrar en ella: una novela de género negro en la que un fulano campea por ahí ejerciendo el antiguo oficio de asesino psicópata, y un solitario detective, o un amargado policía, que lo persigue para evitar que lo haga. Ya os anticipo que su autor, Antonio Manzanera, no se lo va a poner tan fácil ni al lector ni a mí, que tengo que tratar de explicar el clima de intriga que consigue sin contaros más de lo que debiera para que podáis disfrutar plenamente de esta gran novela.
Estamos en el año 1984 y Cheney Moore es un detective de la ciudad de Los Ángeles. ¿Un detective? ¿No es lo contrario de lo que os he dicho al principio?  Cierto.  Además es un poco solitario, pero no es bueno sacar conclusiones precipitadas, como bien sabe el señor Moore. Un buen día, un tal Charlie Wilson, presunto taxista, le pide que investigue la muerte de Ralph Sanders, un recluso que, justo cuando sale de prisión, alguien se apresura a darle matarile. Tampoco es que al taxista le preocupe especialmente su muerte. Lo que realmente le interesa es que Ralph Sanders fue encarcelado por dar un golpe en el banco en el que trabajaba y nadie sabía muy bien si tenía el dinero y, de ser así, dónde lo tenía escondido.  De manera que Wilson contrata a Moore para que averigüe dónde escondía el dinero.  Moore sabe perfectamente que el caso es muy poco ortodoxo,  pero llevado por sus necesidades pecuniarias y, tal vez, por su propia curiosidad, decide aceptarlo.
Moore se encuentra investigando un caso bajo presiones de la policía que, al mismo tiempo que recela del trabajo del detective, colabora con él para tratar de obtener información. También aparece en el laberinto de intereses Frank Madison, un antiguo guardia de prisiones, que ahora tiene una empresa de seguridad y que también paga a Moore a cambio de mantenerlo informado de sus investigaciones. Incluso hay quien apunta la implicación de la mafia italiana de Los Ángeles.  
Muchos, demasiados, parecían tener interés en eliminar a Ralph Sanders. Pero en todo ese caos, Moore no puede obviar el hecho de que el modus operandi con el que se le dio pasaporte recuerda al asesino del acantilado, un asesino en serie que actuó años atrás en Los Ángeles y que, después de muchos años sin actuar, la policía dio como caso cerrado. Toda una trama de personajes que Antonio Manzanera irá desgranando de principio a fin o, mejor dicho, de fin a principio.
En El asesino del acantilado Antonio Manzanera va más allá de los habituales flash-back en los que en las novelas de género negro nos cuentan los acontecimientos pasados. El libro remonta los acontecimientos hacia atrás, por lo que no sólo nos mantiene con la intriga, sino que obliga al lector a ir rellenando los huecos que le han ido dejando los acontecimientos futuros con lo que va descubriendo del pasado.  Tanto por la historia como por su forma narrativa, es una novela muy recomendable para los amantes de la intriga.  Por muy curtidos que estéis en la novela negra, os sorprenderá.
Sergio M. Planas