domingo, 18 de octubre de 2015

Reseña de LO QUE DIJO HARRIET, de Beryl Bainbridge

Título: Lo que dijo Harriet
Autora: Beryl Bainbridge
Traducción: Alicia Frieyro
Edita: Impedimenta
Páginas: 240
Precio: 19,95 €

Se habla mucho de la inocencia de los niños, de su pureza, de su poca capacidad de hacer un mal consciente. No nos cabe en la mente que haya niños que sean capaces de tramar actos crueles con conocimiento de causa. Nos aterroriza pensar solo en la idea. Igual es que los inocentes somos nosotros, los adultos que pensamos de esta manera, pienso tras la lectura de Lo que dijo Harriet, la novela de Beryl Bainbridge que ha rescatado del olvido Editorial Impedimenta.
La protagonista de esta historia es una niña de trece años cuya mejor amiga, de la misma edad, se llama Harriet. Harriet y nuestra chica suelen pasar el año en un internado. Cuando vuelven a casa, ambas se aburren mucho. Tienen prisa por convertirse en mujeres y el entorno les ofrece pocos estímulos. Tan solo algo parece divertir a las muchachas: engatusar al señor Biggs, apodado por ellas el Zar, el vecino del matrimonio infeliz. Cuanto más interés muestra el ingenuo vecino por nuestra protagonista, más perversos se vuelven los planes de las niñas. El trágico final se hace así prácticamente inevitable.
Nueva Zelanda, 1954. Juliet Hulme y Pauline Parker son dos amigas inseparables, tanto, que sus familias creen que mantienen una relación lésbica. Con la excusa de la separación de los padres, los Hulme deciden enviar a Sudáfrica a Juliet, a vivir en casa de un pariente para así separarla de su amiga. Pauline quiere seguirla, pero su madre no la deja. Esto provoca que ambas niñas acaben asesinando a la madre de Pauline.
El caso Parker-Hulme, que sería retratado por Peter Jackson en su película Criaturas celestiales, fue también fuente de inspiración para Beryl Bainbridge a la hora de escribir su primera y polémica novela, Lo que dijo Harriet. Una obra tan incómoda para la sociedad del momento, que a pesar de haber sido escrita a finales de los 60, no pudo ser publicada hasta 1972, momento en el que por fin pudo ser entendida y aclamada como la gran obra literaria que es.
Como el caso Parker-Hulme, esta historia empieza con dos amigas inseparables, dos jóvenes adolescentes que sueñan con grandes pasiones y vidas aventureras. A simple vista, tan solo unas niñas jugando a ser mujeres.
Harriet y su amiga, la chica sin nombre, son sin duda dos chicas inquietas. La inquietud las lleva normalmente al aburrimiento, y el aburrimiento, a tramar pequeñas maldades. De las dos, la más avispada parece ser Harriet. La otra, nuestra protagonista y narradora, la sigue siempre.
Las chicas ponen su punto de mira en un vecino al que llaman el Zar. El hombre, cincuentón en el momento de la narración, vive un matrimonio desgraciado. Las chicas le ven como un ser patético del que hay que reírse. ¿Y qué mejor para ello que hacer que se enamore locamente de una de ellas?
La narración tiene lugar en algún lugar de Inglaterra durante un verano. La época tampoco es fácil de precisar, puesto que no se nombran referencias que nos hagan pensar que todo tuvo lugar en el año 1960 o en el 1950. Lo que sí sabemos es que es un verano del siglo XX y que las guerras ya han pasado.
Lo mejor de la novela, desde mi punto de vista, es el gran retrato que la autora hace de sus personajes principales, Harriet, la narradora y el Zar; seres tremendamente complejos, solos y anhelantes de una vida mejor. Una vida tal vez cercana, tal vez inalcanzable. Tal vez demasiado irreal.
No cabe duda de que Lo que dijo Harriet no es solo una historia con cierta intriga. Esta es una novela sobre la muerte de la inocencia, la crueldad adolescente y la total falta de empatía. También una novela con la que reflexionar sobre temas como la dependencia, las relaciones tóxicas y, porqué no, la pedofilia.
El gran misterio de la trama viene encerrado en el mismo título. Una vez leída la obra, ese título, a primera vista tan claro, tan simple, cobra un significado totalmente diferente para el lector.
Lo que dijo Harriet, en definitiva, es una gran obra, tanto por la forma en la que está escrita como por el inquietante thriller que nos desvela su trama y los temas que en ella subyacen. Una novela sobre la perversión juvenil y la inocencia adulta que los amantes de lo oscuro no deberían dejar escapar. ¿Te la vas a perder?
Cristina Monteoliva