lunes, 6 de julio de 2015

Reseña de DEMONALIA, de Varios Autores

Título: Demonalia
Autores: Varios
Edita: Cazador de ratas
Páginas: 335
Precio: 12 €

Comienzo a escribir esta reseña en medio de la segunda ola de calor del verano de 2015. El cuerpo pide líquidos a todas horas, la capa de sudor te acompaña desde la mañana hasta la noche, quieres ir a la playa incluso sabiendo que las medusas van a darte lo tuyo… Con este calor tan infernal, ¿qué mejor que adentrarse de lleno en los infiernos y hacerse con Demonalia, la antología benéfica coordinada por Montiel de Arnáiz y publicada por Cazador de Ratas?
La cosa va de demonios, de muchos demonios: Demonalia, la antología ilustrada a beneficio de AFIN, está compuesta de un total de veinticinco relatos, la mayoría de ellos bastante largos (algunos piden a gritos convertirse en novela) ilustrados poblados por demonios, diablos y seres demoniacos casi para todos los gustos. Los autores de estos cuentos son: Tony Jiménez. Deborah F. Muñoz, Montiel de Arnaiz, Sergio Fernández, Roberto Malo, Alex Puerta, So Blonde, Roberto García Cela, Pepa Mayo, Liliana Galvanny, Alicia Pérez Gil, Israel Alonso, Aniel Dominic, Javier Arnau, Sarah Degel, Rain Cross, Juan Carlos Mato, Enrique García Díaz, David Arrabal, Maialen Alonso, Jarch, Chabi Angulo, Amy García D´Crosszeria, Carlos Arnau y Inmaculada Ruiz.
De las ilustraciones se encargan: CalaveraDiablo, Inma Díaz Gavira, Manuel Baroni, Love Macabre, Marco Gómez, Kike Alapont, Carlos López, Daniel Medina Ramos, Agarwen, Juan Alberto Hernández, Iván Ruiz Solís, Ioannes Ensis, Mizumel4502, Ángel García Alcaraz, Dagam World, Nana Bid, Inmaculada Ruiz, Gerardo Alonso Zahonero,
Antes de continuar con esta reseña, he de indicar que Demonalia no es una antología para todos los públicos, ya que en la mayoría de sus relatos aparece sexo explícito (muy explícito, en algunos) como parte fundamental o accesoria de la trama. ¿Sería interesante sacar una versión de cuentos demoniacos aptos también para los más pequeños? Yo creo que sí. Pero ahora eso no viene al caso. Vayamos con el contenido de Demonalia, que es bastante sustancioso:
Cuando pensamos en el diablo, muchos recordamos películas como El exorcista. A fin de cuentas, la figura del demonio siempre ha estado muy ligada a la de la religión, y ya sabemos que el diablo es tan travieso como para poseer cuerpos y hacer con ellos lo que quiera. Es por ello que encuentro bastante acertada la elección del relato Charla con el diablo como primera pieza del libro. Este relato nos habla de exorcismos, demonios y sacerdotes. Otros relatos que nos hablan de posesiones infernales, aunque no encontremos curas exorcistas en ellos, son: La luz del diablo, El bostezo, El hotel protervo y Bagmeo eurl sigan ieyo <<Es hora de comer>>.
A veces el tema de la posesión no queda tan claro, o es el demonio que se disfraza de persona, como en Incubus, Yo soy Rogert Serpent, El mejor oculista del mundo, El soldado de plomo y No tardes te esperamos, entre otros.
La obsesión por el sexo demoniaco puede ser a veces la perdición de los demonios, los humanos o los personajes no demoniacos, tal y como comprobamos en relatos como El sombrerón; o la salvación, como en El principio del fin, Un pacto de amor y Rozando la oscuridad; o puede ser tan bueno como tan malo, como en El gran poder, Deliciosa envidia y Oscuro placer.
Algunos relatos nos hacen viajar a épocas medievales reales o inventadas, como La lágrima del samurái, Ulfhur el diabólico, Ora pronobis Samael; o al mismísimo infierno poblado por todo tipo de demonietes, como en Mousse de materia oscura.
Decía antes que las posesiones infernales son todo un clásico. Otro de estos clásicos, sin duda, son los pactos con el diablo, reflejados en los relatos: El pacto, Cross roads blues, Sucubus in música, Octava planta a la derecha, El mejor oculista del mundo y Un pacto de amor.
El sentido del humor es un ingrediente importante en buena parte de los relatos, si bien con los que yo más me he reído ha sido con El oculista del infierno y, sobre todo, con Mousse de materia oscura.
El terror también es algo que suele relacionarse con el tema demoniaco. Los relatos que más espeluznantes me han resultado son: El bostezo, El soldado de plomo y No tardes te esperamos.
Como ya supondréis, en este libro vais a encontrar tantos estilos literarios como autores han escrito los relatos. Lo más destacable al respecto es la buena calidad literaria, en general, que encontramos en este volumen, a diferencia de lo que pasa en otras antologías (donde podemos encontrar buenos relatos intercalados con otros excesivamente malos).
Con respecto a las ilustraciones, tenemos una por relato en blanco y negro. Todas son de muy buena calidad, si bien no todas van acorde con el relato al que acompañan. Aun así, se agradece que se le de la oportunidad a los ilustradores y que se le de a los lectores un material mucho más ameno, gracias a los dibujos.
Dicho todo esto, os animo a todos los lectores a haceros con un ejemplar de Demonalia por tan solo 12 € (muy buen precio para la cantidad de material que ofrece esta antología) para seguir averiguando cosas sobre el mundo demoniaco y mucho más; y a los autores a hacer un segundo volumen con más tramas de demonios, puesto que el tema puede todavía dar mucho más de sí.
Demonalia: una lectura ideal haga frío o calor.
Cristina Monteoliva